Constan de un tubo, generalmente de madera o metal con una serie de orificios y una boquilla, en el borde del cual (bisel) se produce el sonido: el aire puede llegar directamente de los labios del ejecutante. En algunas culturas también existen tipos de flautas que se tocan a través de la nariz.
Este instrumento se conoce desde la Edad Media, periodo durante el cual alcanzó una gran popularidad que continuó a lo largo del Renacimiento y del Barroco. La primera flauta fue encontrada en Alemania con 43 000 años de antigüedad.